El diario de Liz Halen
4 de diciembre de 1991
Querido diario...
Tengo 13 años, mi nombre es Liz Halen y vivo en los Estados Unidos, New York
Hoy empiezo a escribir mi vida a partir de ti, querido diario, ya que no tengo alguien con quien hablar y contarle mis secretos o cosas importantes que me ocurran; veras que no aburrirás con la historia de mi vida…
Mi padre murió hace tres años, cuando yo cumplía diez, el fue en busca de regalos para mi en su auto, cuando tubo un accidente de transito; un camión paso por arriba de el, y no le dejo salida. Al menos eso fue lo que nos dijeron los de la policía.
Desde ese entonces, mi madre y yo, ya casi no hablamos. Ella nunca esta en casa y ni siquiera se preocupa por mi. No sé donde va ni con quien, solo sé que ya no le importo ni un poco.
La única persona que me escucha (en mi mente) es el gran Michael Jackson, el es mi ídolo desde hace tres meses, lo “descubrí” más cuando pase por una disquera y pusieron su música, recuerdo que era Billie Jean la canción que escuché, y desde ese momento no logro dejar de escuchar su dulce voz.
Quería contarte que ayer fui a ayudar a la señora Weston con su casa, para poder comprarme mas CDs de Michael, haría cualquier cosa por él. Y así es como manejo mi vida, trabajo para ganarme lo mío.
Ahora tengo muchas cosas de él, como posters, muchos DVDs, y más; todas ganadas con mi propio sudor.
En este momento, mama salió. Su nombre es Cintia, ella tiene dinero, no es que yo trabaje porque necesitamos, pero el problema es ese... el dinero es de mama y no quiere compartirlo ni con su propia hija
Como otro dato te quiero decir que estuve trabajando hace poco en un restaurant- acomodaba mesas, claro- para pagarme la comida de ayer, hoy, y mañana.
Cuando Cintia (mama) no esta, aprovecho a cocinar platos deliciosos en casa, porque si me ve haciendo desorden me regaña y muy duro. Generalmente me arroja cosas, como zapatos, o me corre por toda la casa.
Ya estoy acostumbrada a eso, aunque a veces debo decir, que me encierro a mi cuatro a llorar, cuando me pega muy fuerte y duele mucho. Pero entonces me siento a escuchar las canciones de Michael Jackson, y todo mi mundo se da vuelta.
Es una sensación estupenda la que siento cuando logro escuchar su música, se me pone la “piel de gallina” al verlo por televisión o retratos. El solo verlo me hace la persona mas feliz.
Lo quiero tanto… yo imagino que es mi padre, eso si que seria bueno. Y aunque nadie pueda reemplazar al mío, el seria una buena opción para crear una nueva clase de “era”. De verdad que lo quiero.
Mi más grande sueño seria conocerlo en persona, y fantástico seria llegar a ser su amiga o más que eso, pero lamentablemente, eso nunca pasará.
Te contare un poco lo que hice hoy…
Terminamos de comer, mi madre y yo – rara vez comemos las dos juntas- y yo estaba lavando los platos sucios.
Mama: Asegúrate de lavarlos con cuidado, si vas a hacer algo, ¡hazlo bien! -Me regañó.
Yo: …
Mama: ¿¡Te haces la sorda o que niña!?
Entonces me dije a mi misma en voz muy baja: Nunca me hablas y ahora quieres que te conteste…
Mama: ¡Oye te escuche! – Me agarro de los pelos tirándome para atrás- No me vuelvas a contestar ¡entendiste!
Yo: Basta mama, me estas lastimando, ¡déjame terminar de lavar los platos, suéltame!
Mama: Ve a tu cuarto malcriada – me soltó- ¡Y compórtate como se debe!
¡Odio cuando mama me grita! Entonces fui corriendo hasta arriba de la casa, donde mi cuarto y me arroje a la cama a llorar.
Para calmarme un poco, encendí el grabador y puse uno de los CDs de Michael, me sequé las lágrimas y respire profundo tratando de olvidar…
En eso, mama entra y abre bruscamente la puerta de mi cuarto haciendo azotar contra la pared.
Yo:¿Que pasa mama? – muy asustada
Mama: ¡Apaga ya esa maldita música!
Yo: No es maldita música, es Michael Jackson, siempre lo escucho, ¡lo hubieses sabido si estuvieses más tiempo en casa!
Mama: ¡Tu no me dirás que hacer, y no me importa de quien es esa música y mucho menos quien la canta, es mi casa y harás lo que yo te diga, no quiero volver a escuchar eso de nuevo aquí! - Cerró fuerte la puerta y le puso llave.
Me puse tan furiosa… todavía me pregunto, querido diario, cuando es que todo esto terminará, pero solo el tiempo sabe decirlo. Ahora me iré a acostar, es tarde y mañana tengo que ir a clases…
5 de diciembre de 1991
Querido diario…
Hoy me levante y vi que la puerta de mi pieza estaba abierta y todas mis cosas en el piso. Me sorprendí mucho y me enoje al ver que todos esos posters de Michael Jackson que conseguí con mi propio esfuerzo estaban rajados y rotos.
Al instante ya imagine quien pudo haber sido, claro… nada más y nada menos que mi madre. Ella había enloquecido por completo.
¡Sentí tanta furia! Pero ya nada pude hacer. Entonces me cambie y baje las escaleras, me asegure de que mi madre no estuviese ahí. No estaba. Se fue como todos los días, generalmente volvía de noche.
Me prepare el desayuno y fui al colegio. Camine las quince cuadras que debía hacer para llegar.
En esa escuela no tenía amigos, todos me trataban como basura, y cuando se enteraron que me gustaba Michael Jackson, quien iba a imaginar como me molestarían…
Llegue y entramos al salón de clases, entonces se me acerca Kevin (un compañero muy molesto)
Kevin: Oí que te gusta Michael Jackson, ¿es verdad?
Esa amabilidad con la que me trato fue muy sospechosa.
Yo: Si, ¿porque?
Kevin: ¡Porque a mi igual! Soy un gran admirador suyo.
Yo: ¡Júralo! - me alegré tanto
Entonces todos empezaron a reírse a carcajadas de mi, mire a Kevin y el también reía.
Kevin: ¿Enserio pensaste que me iba a gustar ese inútil bueno para nada? Lo único que sabe hacer es bailar como un idiota todo el tiempo - me dijo imitándolo
Yo: ¡Así no es como baila, ustedes deberían aprender de modales! Yo creo que ni siquiera saben lo que la palabra “modales” significa, ¡pedazos de analfabetas!
Pero ellos no me escucharon y siguieron riendo, entonces me senté atrás de todo, donde nadie me moleste, llego la maestra y todos se callaron…
Cuando toco el timbre de salida, todos los chicos iban a la fiesta de Kelly (otra compañera) Pero yo no estaba invitada, y me volví a casa.
Eran las 12:30 cuando salí de ahí, me prepare el almuerzo y comí. ¡No podía creer como es que había gente tan ignorante en el mundo!
Luego de esto, me aburrí mucho entonces salí da casa, para dar unas vueltas en mi bicicleta.
Fui a una plaza con juegos, amo divertirme en ellos. Me subí a los columpios, me deslice por el tobogán y luego fui al arenero. A comparación de mis otros compañeros que ya no les gusta todo eso, a mí todavía me gusta.
En el arenero, mientras trataba de hacer castillos, miro alrededor de el, y vi un pedacito de nailon color azul, como me llamo mucho la atención, lo saque de ahí, y lo abrí. Tarde mucho porque estaba envuelto entre muchas de las bolsitas y adentro de todo habría una billetera; mire a mí alrededor para ver si había alguien, y cuando la abrí... ¡DIOS MIO, había un millón de dólares dentro!
No podía creerlo, quedé paralizada al instante.
¿Qué iba a estar haciendo una billetera con tanto dinero en un arenero?
Eso no pudo ser contestado al momento, así que la tome y la traje a casa, mañana mismo iré a la policía para averiguar de quien es.