21 de diciembre 1991
Querido diario…
Hoy paso algo realmente espantoso…
Apenas llegamos a LA, bajamos del avión y Michael nos invitó a que nos quedemos a dormir, estábamos muy cansados. Me prestó una habitación hermosa, llena de decoraciones.
En fin… al otro día despertamos y Michael estaba viendo la TV, entonces me senté a su lado. Estaba viendo unas noticias, hasta que en un momento vimos en la pantalla:
- Michael Jackson fue encontrado en las calles de New York, en brazos de una pequeña niña, de al parecer 12- 13 años de edad. Mas las dos acusaciones recibidas hacia su persona, esto es otra prueba, sobre la obsesión de los niños que Jackson tiene.
Apagó el televisor y me miro.
Yo: Michael ¿Qué fue eso? –lo miré muy preocupada
Michael: No, no lo sé Liz – me dijo con los ojos lagrimosos
Yo: ¡El paparazzi de ayer!
Michael: Hay no, Liz, esto es serio.
Yo: ¿¡Y que haremos!?
Michael: Esperar, de seguro inventarán mas cosas, pero por el momento esperaremos.
Yo: ¡Oh Michael, todo es mi culpa!
Michael: ¡No, no lo es Liz!
Yo: Pero... ¿Qué pasará después?
En ese momento entra Edward donde estábamos Michael y yo.
Ed: ¿Qué sucede, por que tanto escandalo?
Yo: Edward, ven rápido, mira esto – encendí la TV.
Nos quedamos viendo hasta que terminara todo.
Ed: Dios, díganme que esto no es verdad…
Yo: Lo es Ed.
Ed: Si siguen así, esto podría llegar a empeorar y cuando lo haga…
Yo: ¿Qué pasará?
En eso se comenzaron a escuchar fuertes golpes en las puertas, pasos acercándose, y entraron ¡cinco policías a la habitación!
Policía (Jefe): Michael Jackson, acusado dos veces por abusos a menores. Llévenselo – les dijo a los demás
Entonces lo tomaron de los brazos bruscamente y se los dieron vuelta para atrás esposándolo.
Yo: ¡¡Cuidado lo van a lastimar!! – estaba tan asustada
Ed: Yo soy su abogado, déjenme ir con ustedes, y tú Liz, quédate aquí no te vallas a ir, será solo un momento. – Me dijo mientras iba rápido a su auto
Yo: ¡Michael no te vallas!
Michael: Estaré bien Liz- dijo forzando la voz
Policía: ¿Esa niña no es la que apareció con él en televisión?
Jefe: Llévensela también, vamos a interrogarla-
Yo: ¡NO, suéltenme, suéltenme! – les decía pegando patadas al aire
Michael: ¡Oh no, a ella si que no! – trato de soltarse de las manos de los policías
Policía: ¡Quédate quieto! – le pegó en el estomago
Yo: ¡¡Déjenlo!! – comencé a llorar
Policía: Ustedes quédense, y revisen todo el perímetro de la casa – les ordenó a los demás
Así que a Michael lo llevaron en el auto de los policías, y a mí en otro, no sabia de quien era. Pero lo que sí, iba gritando ahí adentro que dejen a Michael y no paré hasta llegar a la comisaria.
Yo: ¡Edward ahí estas! – el estaba hablando con otras personas sobre el caso
Ed: ¿¡Porque la trajeron a ella aquí!? – les gritó a los policías.
Policía: La vamos a interrogar mas tarde
Ed: Ella no tiene nada que ver con esto
Policía: Tenemos entendido que esta niña acuso al Sr. Jackson en la prensa.
Yo: ¡Yo no dije nada!
Ed: Eso no puede ser, nunca estuvimos ahí
Policía: Lo siento señor, el interrogatorio es obligatorio.
Ed: No podemos hacer nada, será mejor que hagas ese interrogatorio. ¿Sabes que decir?
Yo: ¡La verdad!
Ed: Claro, suerte Liz, saldremos pronto.
Pero Ed se equivocó, tardamos muchísimo ahí adentro, no vi a Michael en el tiempo que estuve ahí. Pero al final me interrogaron. ¡Me hacían preguntas tan estúpidas!
Preguntaban si me había echo algo raro, o si se me acercaba mucho. ¡Todo el tiempo así!
Y claro, con mi buen carácter, les contestaba todo lo contrario, les decía que era y que es una persona de oro, que jamás haría eso. Ellos no sabían que decir.
Al final, me llevaron de vuelta a la casa de Edward, el todavía no estaba ahí, ni Michael había vuelto a Neverland.
¡Podría llegar a matarlos si le hacen algo más a Michael y Edward! Esperar va a ser lo mejor, ojala mañana los vea querido diario….
22 de diciembre 1991
Querido diario…
Eran las 12:00 am, cuando todavía esperaba ver a Edward y Michael entrar por la puerta de casa. ¿Dónde estaban? ¿Qué les había pasado? Bueno, una hora después lo supe.
Me senté a esperarlos, estaba tan nerviosa. Hasta que escucho la puerta.
Yo: ¡Edward!
Ed: Liz, perdona que haya legado a estas horas.
Yo: ¿Dónde estuvieron toda la noche? ¿Dónde esta Michael?
Ed: Tranquila, Michael esta en su casa, esta bien. Y… nos quedamos en la comisaria resolviendo unos problemas…
Yo: ¿Qué clase de problemas?
Ed: (Suspiro) Mira Liz… yo sé que no te agradara la idea, pero es lo mejor, y cuando lo hagamos, todo estará bien.
Yo: ¿Qué quieres decir con eso?
Ed: Nos tendremos que volver a New York…
Yo: ¿¡QUE!?
Ed: Liz, por favor, entiende. Si nos quedamos aquí habrá más problemas con Michael y la prensa. Imagínate, que lo vieran todo el tiempo con la supuesta niña que también abusó.
Yo: Pero eso no es verdad Edward, ¡no puedo volver a New York!
Ed: Lo sé, yo tampoco quiero volver, pero será lo mejor.
Yo: No, no iré, por una vez en mi vida soy realmente feliz viviendo aquí. Si vuelvo a New York, no podré jamás tener una vida normal, allí es donde pasé mis peores momentos. Mi madre murió ahí, mi padre también. ¡Apenas tengo 13 años Edward! No soy lo suficientemente fuerte para aceptarlo – comencé a lagrimear
Ed: Si lo eres, si no fueses lo suficientemente fuerte no estarías viva aún. Liz, te conozco bien…
Yo: Pero Michael me prometió que siempre seríamos amigos…
Ed: ¿Tú crees que le gustó la idea de que nos vallamos?
Yo: No lo sé…
Ed: Claro que no, incluso dijo que haría lo posible para que nos quedemos, pero…
Yo: ¿Quieres decir que hay posibilidades de quedarnos?
Ed: Bueno, podría ser, pero sería muy difícil, tendríamos que enfrentar a la prensa y quien sabe como lo aceptarán.
Yo: Yo lo haré
Ed: ¿Enserio?
Yo: Edward… sé perfectamente que decir.
Ed: Ok, pero el vuelvo devuelta a New York, es en unas cuatro horas
Yo: OMG, Vamos nos ya.
Así que sin avisarle a Michael ni a nadie, Edward me llevó donde debíamos. Y de una vez por todas lo dije frente a todos los televidentes. Edward se quedó a un lado mío, al costado.
- Realmente estoy impresionada, del porqué no me preguntaron a mí si Michael había abusado de mí en algún momento, pero sin embargo… Sin embargo, Michael sí abusa de los niños.
¡Todos me miraron, y Edward sobre todo!
- Pero no de la forma en que ustedes creen, no de la forma en que todos piensan. Porque ustedes tienen la conciencia totalmente sucia al pensar eso. Al relacionar un abrazo con todo eso que escriben en los tabloides. Michael abusa de los niños, pero en el amor, porque nos brinda tanto amor, es increíble. Jamás había visto a una persona amar a los niños como lo hace Michael.
Pero para ustedes solo existe un amor, el amor que hace las relaciones.
Pero tengo que decirles, queridas personas, que no solo existe ese amor.
Y de esto estoy hablando. Hoy vine aquí para aclarar de una vez las cosas. Es cierto, soy una niña de trece años que hablar delante de todos sobre esto. Pero si un adulto no lo hace, creo que es la única opción.
Así que, espero que logren entenderme, entender a Michael. Porque de verdad es una persona con un corazón de oro.
En ese momento veo entrar a Michael por las cortinas, con una mirada tan hermosa, y emocionada. Se quedó alado de Ed.
- Esto me lo enseñó mi padre, el me enseñó a no ser prejuiciosa, y a amar a las personas por como son. Lamentablemente lo perdí hace unos tres años, igual que a mi madre, hace unos días. Pero eso no me detuvo, porque sí soy lo suficientemente fuerte para superarlo (Miré a Edward) Así que, eso es todo…
Me bajé y abrasé a Michael y a Edward, no podía creer como la gente aplaudía después de terminar, excepto la prensa. Estaba tan satisfecha. Y Michael, tan agradecido conmigo.
Lo vi en sus ojos, aún no sé como lo hago, pero lo vi en sus ojos…
22 de diciembre 1991
Querido diario…
Hoy fuimos con Michael a una firma de autógrafos. Estaba realmente lleno el lugar. Y por supuesto Mike, jamás dejo de agradecerme por lo que ayer hice. Hasta yo le agradezco por tantas veces que lo menciona y lo valora.
Edward canceló, claro, el viaje de vuelta a New York, ya que el problema de Michael y yo estaba solucionado al fin.
Y más tarde, mientras Michael descansaba en la firma de autógrafos.
Michael: ¿Me alcanzas esas cajas de colores de allá Liz?
Yo: Claro – se las di
Michael: A mi no – me las devolvió-
Yo: Pero ¿Qué se supone que haga con ellas?
Michael: Pues ábrelas… - sonrió
Yo: De a cuerdo.
Así que abrí las grandes cajas…
Yo: ¡Guau Michael es tu colección de CDs y DVDs originales, autografiados!
Y mira hay más… - abrí la otra caja- ¡El guante original que usaste en Billie Jean!
Luego vi en el fondo que había un sobre.
Michael: Léelo
Yo: Iré mas allá, hay mejor luz- sonreí
Me senté un poco lejos de Michael y comencé a leer mientras apretaba fuertemente mis hermosos regalos.
-Querida Liz…
Si tan solo supieras que desde que te conocí, mi vida jamás fue la misma. Porque realmente llenaste mis días de felicidad eterna.
Si supieras cuando lloré cuando supe que Edward y tú se irían de aquí para no volver.
Y cuan contento estaba cuando te vi defenderme el día de ayer. Jamás te dejaré de agradecer.
Nadie nunca ha hecho mi mundo uno mejor. Mucho menos cuando tan triste estaba y tan solo me sentía.
Y aquel día apareciste tú. Oh como agradezco a Dios haberte conocido. Nunca me arrepentiré de haberte hablado, de haber echo ese concierto en New York, de haber elegido a Edward como mi abogado. Porque sin ti verdaderamente no sería nada.
Ni como el rey del pop, seria algo en este mundo sin ti.
Desde aquel día, en que tomaste mi mano por primera vez, el cielo te proclamó mi ángel…
Querido diario, te mentiría si te dijera que no me emocioné al terminar de leer eso.
Tenía los ojos brillosos. Y Michael tenía una letra hermosa, que no dejaba de mirar.
Guardé bien la carta y me acerque a Michael.
Yo: Gracias Mike, de verdad, gracias- lo abracé
Michael: Te lo mereces Liz.
En eso entrar muchísimos fans, para más autógrafos. El momento había terminado pero siempre lo llevaré en mi corazón.
Cuando todo termino Michael me llevo a casa de Edward, el se había quedado a terminar unos papeles. Y los dos me prometieron que mañana haremos algo juntos. Si… siempre juntos…